Cimarronaje en Vuelta Abajo
Cimarronaje en Vuelta Abajo

Cimarronaje en Vuelta Abajo

«Alimentación y Cimarronaje en Vuelta Abajo»

El texto de Javier Lavira aborda la vida de los esclavos y cimarrones en Vuelta Abajo, actual provincia de Pinar del Río, Cuba, durante el siglo XIX. Explora aspectos clave como las dinámicas geográficas y sociales, la alimentación, el cimarronaje y las formas de resistencia al sistema esclavista, apoyándose en documentos históricos como el Diario del rancheador de Cirilo Villaverde.

Contexto geográfico y división económica

Vuelta Abajo se encontraba dividido en tres zonas productivas. La región norte albergaba los ingenios azucareros, con extensas plantaciones y una economía orientada a la exportación. Al sur, las tierras se dedicaban principalmente al cultivo de tabaco, una actividad de gran prestigio en la región. La zona central, agreste y montañosa, era utilizada para el pastoreo y los cafetales, siendo esta última área la que ofrecía refugio a los esclavos cimarrones debido a su difícil acceso. El entorno geográfico estaba caracterizado por bosques densos, barrancos y un clima tropical con una marcada temporada de lluvias entre mayo y noviembre, lo que convertía a los montes en refugios naturales para quienes huían del sistema esclavista.

Vida de los esclavos

Los esclavos vivían en condiciones extremadamente precarias. Los barracones, diseñados para el control, eran estructuras cerradas construidas en torno a un pasillo central. Las paredes eran de mampostería, con divisiones de madera y puertas que se cerraban por la noche para evitar fugas. Los esclavos dormían en espacios compartidos, mal ventilados y con suelos de tierra. Durante la noche, una luz permanecía encendida en los barracones para facilitar la vigilancia.

La jornada laboral comenzaba a las 4:30 de la mañana con el toque de la campana del Ave María, una señal de la influencia de la Iglesia en las rutinas diarias. Tras formar en el exterior del barracón, los esclavos trabajaban hasta el anochecer, con breves pausas para comer. A las 8:30 de la noche, otra campana indicaba el momento de dormir. Estas campanas marcaban todas las actividades diarias de los esclavos, desde el inicio del trabajo en los campos hasta los momentos de oración y descanso.

La alimentación estaba regulada por ley, aunque su cumplimiento dependía de la buena voluntad de los propietarios. Las raciones diarias incluían plátanos, boniatos, ñames, yuca, arroz, tasajo y, ocasionalmente, bacalao. Sin embargo, estas raciones apenas cubrían las necesidades calóricas requeridas para las largas jornadas de trabajo. Los esclavos complementaban su dieta cultivando alimentos en pequeñas parcelas llamadas sementeras, donde sembraban maíz, boniatos y calabazas. También criaban animales como gallinas y cerdos para el comercio local.

El cimarronaje

El cimarronaje, o la fuga de esclavos, fue una forma de resistencia al sistema esclavista. Los cimarrones solían refugiarse en las zonas más occidentales de Vuelta Abajo, desde donde se desplazaban al área central y oriental en busca de alimentos. Es crucial diferenciar entre cuadrillas y palenques. Las cuadrillas eran reuniones de cimarrones con propósitos específicos, como incursiones o saqueos. Por otro lado, los palenques eran comunidades estables con una organización social más compleja y un vínculo con la tierra mediante la agricultura.

El Diario del rancheador detalla las tácticas empleadas por los rancheadores para cazar a los cimarrones. Utilizaban perros entrenados y prácticos, expertos en el terreno que en ocasiones eran cimarrones capturados obligados a colaborar. Los cimarrones, por su parte, adoptaban estrategias de supervivencia que incluían dividirse en grupos pequeños y abandonar alimentos o bienes en su huida.

Alimentación de los cimarrones

La dieta de los cimarrones estaba marcada por su entorno y las circunstancias de su resistencia. Dependían principalmente de incursiones en plantaciones para obtener alimentos como tasajo, plátanos y maíz. En los refugios encontrados por los rancheadores, también se hallaban carne de cerdo y vaca, sal, armas de fuego y herramientas, así como bolsas de brujería, lo que refleja la importancia de la espiritualidad en su lucha.

Mientras que las cuadrillas eran más dependientes del saqueo, los palenques practicaban la agricultura en pequeñas sementeras donde cultivaban maíz, yuca y plátanos. Estas prácticas les proporcionaban una mayor autosuficiencia, aunque seguían siendo vulnerables al acoso constante de los rancheadores.

Comunidades lideradas por mujeres

El texto destaca la participación de mujeres en la organización de comunidades cimarronas. Dos ejemplos notables son la cuadrilla de la Madre Pastora, quien asumió el liderazgo tras la muerte de su esposo en un enfrentamiento con los rancheadores, y la comunidad de la Madre Melchora, establecida en Santa Cruz de Echeverría. Estas mujeres desempeñaron roles fundamentales, aunque su participación activa en la lucha aún requiere mayor investigación.

Colaboración y redes sociales

Los cimarrones mantenían relaciones con esclavos en plantaciones y con pequeños propietarios. Los esclavos proporcionaban alimentos, información y apoyo, mientras que los pequeños propietarios podían establecer pactos con las comunidades cimarronas. En estos acuerdos, los cimarrones se comprometían a respetar las cosechas de los propietarios a cambio de provisiones, armas o herramientas. Estas alianzas eran esenciales para la supervivencia de los cimarrones, aunque también los exponían a traiciones.

Espiritualidad y resistencia

La resistencia cimarrona no se limitaba al ámbito físico. En los refugios se encontraron objetos asociados con prácticas mágicas, como cuchillos y bolsas de brujería. Estos elementos evidencian la importancia de la espiritualidad en su lucha, complementando su resistencia social y material. La espiritualidad también jugaba un papel en la cohesión y moral de los grupos cimarrones.

Impacto del rancheo

El rancheo, o la caza de cimarrones, fue una actividad sistemática destinada a desarticular comunidades cimarronas y devolver a los esclavos a sus amos. Los rancheadores empleaban tácticas violentas y estrategias de desgaste, persiguiendo a los cimarrones hasta agotar sus recursos. Aunque lograron capturar a muchos fugitivos, su éxito fue limitado en términos de desmantelar las comunidades más grandes y organizadas.

Conclusión

El texto revela cómo los cimarrones adaptaron su entorno y alimentación para resistir al sistema esclavista. La distinción entre cuadrillas y comunidades destaca las diversas estrategias adoptadas, desde incursiones en plantaciones hasta la creación de asentamientos autosuficientes. Aunque compartían similitudes alimenticias con los esclavos, los cimarrones desarrollaron una dieta basada en los recursos disponibles y su lucha por la libertad. La colaboración con otros grupos marginados y la preservación de elementos culturales y espirituales jugaron un papel crucial en su resistencia. Sin embargo, el acoso constante de los rancheadores limitó el desarrollo de comunidades estables en Vuelta Abajo.