“fondo canasta principio primero”
“fondo canasta principio primero”

“fondo canasta principio primero”

La nganga como eje central del culto mayombe.

En las religiones ancestrales Kongo y, por lo tanto, en el mayombe afrocubano, que es una creencia heredera de esas tradiciones llevadas por africanos en tiempos de la colonia a la isla de Cuba, los sacerdotes, Tata Nkisi (Lit. padre de la deidad) y Yaya Nkisi (Lit. madre de la deidad), son conocedor y ponen en práctica un principio animista universal, si un enemigo conoce con exactitud la personalidad de la entidad espiritual que te asiste y con la que has realizado el “casamiento” o “unión” espiritual, es decir, tu pacto o tratado, fácilmente podrá anularte e incluso destruirte. Una fuerza superior anula una fuerza inferior.

“fondo canasta principio primero” reza un refrán del mayombe afrocubano, lo que nos viene a decir que es en el fondo de la nganga es donde se concentra su poder, y esta su mayor secreto. Ahí sobre el diagrama sagrado, patiempemba, que simboliza al nkisi que se construye el tata nkisi deposita su “corazón” un envoltorio muchas veces fabricado con paja de maíz, hojas de plátano, tele de cocotero, telas rojas, banca, negra u otros elementos propicios para la ocasión, en dependencia del nkisi que habitara la nganga, atado con hilo de algodón, cuerda de majagua etc. En algunas casas lo hacían de kimbansa (Dactyloctenium aegyptium). No falta el ñame del sacu-sacu porque “amarra el nfumbe al fonde de la nganga”. Dentro el “misterio” la espiritualidad materializada del nkisi y el nfumbe, así como los rastros del nganga padre, un componente esencial en algunas tradiciones y que no es más que partes de la nganga del padrino hacedor del nuevo nkisi.

En Cuba a diferencia del Kongo el nfumbe (persona fallecida), ocupa un lugar central e insustituible en la fabricación de la nganga, forma parte fundamental de ese híbrido, deidad-espíritu, que se construye en forma arquetípica de nganga, ya que en última instancia es el nfumbe a quien se le dota de las propiedades y funciones, mpungu, de los elementos que conforman ese “fondo de canasta”. Es el nfumbe quien puede volar de noche, transformándose en lechuza o poseer poderosas garras de halcón para atrapar a un enemigo, o ser duro como el jiquí, agarrar como la kimbansa, ver como la tiñosa, olfatear el rastro como el perro o simplemente matar con el veneno de piñón.

Ese “fondo de canasta” ese “misterio” se alimenta, por primera y una única vez, con la sangre del animal, se anima dotándolo de nxi, ese calor vital que le da moyo (Lit. vida) y que es abundante en la menga (Lit. sangre) de forma que “cobre vida” y selle el pacto del Tata Nkisi o la Yaya Nkisi con el nkisi en la nueva nganga, y por consiguiente, el nfumbe quien en este caso actúa como mediador además de ejecutor, como si de un ancestro se tratase. Una vez sellado el pacto es indisoluble y no se podrá ni cambiar, ni modificar sin riesgo de grandes inconvenientes, que pueden ser mortales para el Tata Nkisi o Yaya Nkisi.  Tres principios importantes se aplican a este “fondo de canasta”. El de analogía, el de semejanza y el de contacto, en su conjunto estas leyes fundamentales de la magia animista son las que le dan significado y utilidad a la nganga.