Leyenda del Indio Bravo en Camagüey: Terror y Mitos Sobrenaturales
Leyenda del Indio Bravo en Camagüey: Terror y Mitos Sobrenaturales

Leyenda del Indio Bravo en Camagüey: Terror y Mitos Sobrenaturales

Según la leyenda del Indio Bravo, sin que nadie supiera cómo, ni de dónde salió, apareció un indio —a mediados de 1800— de quien se decía era des­cendiente de Hatuey, e hizo cundir el pánico en la anti­gua villa de Puerto Príncipe, actual ciudad de Camagüey.

El Indio Bravo, conocido con este nombre, ganó horrible fama, ya que decían secuestraba a niños, a quienes in­cluía en su dieta, que por aquel entonces también consis­tía en lenguas de animales, que las cortaba cuando aún tenían vida. A este personaje le atribuían poderes sobre­naturales, pues podía estar en varios lugares a la vez, por lo que algunos llegaron a creerle un fan­tasma, mientras otros pensaban que te­nía tratos con el demonio.

Indio Bravo daba muerte a cuantos trataban de capturarlo. El cabildo aprobó una suma de 500 pesos fuertes como recompensa a quien lo atrapara, vivo o muerto. Pero no fue hasta el 11 de junio de 1803 —según las Actas del Cabildo, en 1804—, que una partida de 100 hombres, vecinos todos de la villa, le persiguió unas horas después que cometió otro secues­tro de un infante. Así, los bravos vecinos Agustín Arias y Serapio de Céspedes, entraron triunfalmente por la calle principal, a las 12 de la noche, conduciendo sobre una bestia el cadáver del bandido Indio Bravo.

Los indios de la provin­cia de Camagüey eran hospitalarios, sencillos, nunca fue conocida la antropofagia entre ellos; sea quien fuere aquel criminal que dio origen a esta leyenda, los especialistas y conocedores de la historia de Cuba dudan que se trata­ra de un indocubano.