“Patimpembas” III
“Patimpembas” III

“Patimpembas” III

Concluí el artículo anterior con un dato muy importante y es la forma de lectura de las firmas o anaforuanas abakuá, de arriba a abajo y de iz­quierda a derecha, aquí existe sin lugar a duda una diferencia crucial con las firmas o patimpembas del palo monte mayombe y es que los nganguleros leen en sentido contrario a los abakuá es decir, de derecha a izquierda y de abajo a arriba. ¿Que demuestra esto? ¿una readaptación del culto abakuá al Palo Monte? ¿Una grafía mágica-religiosa similar entre los bakongo? Sigamos un poco más en el análisis del sistema de anaforuana abakuá y veremos a que conclusiones llegamos:

Firmas (Abakuá):

En Mokongo predominan el círculo y los óvalos, quizás por­que a través suyo se integra el «placerío». No obstante, apa­recen Mokongos rectangulares, el último de los cuales está tomado de un documento presentado por Pedro Deschamps Chapeaux del año 1839, en su estudio Margarita Blanco 70congo de Ultán».

Iyamba es siempre un haz de flechas que se cruzan por su centro. A diferencia de Mokongo, hay Iyambas efik + y el noveno es consignado como Iyama (¿Iyamba?) siana o fiana.

Isué es triangular y presenta flechas que apuntan hacia abajo, los hay efor y efik. La última firma, procedente de una libreta matancera rompe totalmente el esquema Isué- triángulo.

Los doce óvalos de Isunekwe —rombo y triángulo— corres­ponden, en número de cuatro, a Iyamba, Isué y Mokongo, a quienes auxilia. Cambios sustanciales se presentan en las firmas 3 y 4, particularmente en la última.

Al brujo Nasakó le corresponden palmeras, serpientes, cuer­nos y vasijas más o menos sofisticadas.

Mpegó es muy variado. El sexto parece relacionarse con su tambor o con ekwé.

En Mosongo se vuelve al círculo como elemento central, así momo en Abasongo. En el primero con una variante radical len la firma sexta y, en el segundo, en la cuarta.

Las firmas 3 y 4 de Ekweñón pueden referirse al cuero de nibori y, por tanto, a Sikaneka. En la 5 hay una clara alu­sión al cazador.

Sikaneka repite la forma del famoso güiro donde quedó I atrapado Tánze que, en la firma 6, se presenta con gran I realismo.

Las firmas 3 y 4 de Ekweñón pueden referirse al cuero de la riqueza expresiva de los signos ñáñigos. En el caso de Nkríkamo como Efimeremo Obón Ntui se da un ejemplo de cómo las firmas pueden variar de acuerdo a la función que realizan. El sexto Anamangüí tiene «hojas caídas» como deben corresponder a un íreme funerario; el tercer Ekoumbre se especifica que es «para muerto», es el más esquematizado y hermoso; a Mboko le pertenece la canasta invertida dada (su condición de vigilar los «derechos»…

La tercera firma del Obón Abanekwe pertenece a Erón Nta.

El «rayado» de tambores parte de algunos símbolos básicos, particularmente el círculo, y varía según el tambor de que trate y la actividad a que se destina. Los seis de la hilera superior son: de mpegó; de junta; de bongó (¿ekwé?) con baroko; de fiesta; de fiesta y muerto; de mpegó actuando en; junta. Los seis de la hilera inferior son: ekwé, mpegó, sese, | bongó (¿ekwé?) y sese en juramento de plaza (los tres últi- mos). En una libreta aparece un «rayado» igual al del sese como de nkríkamo.

Bajo «otros signos» se presentan, en la hilera superior: un; ñáñigo; muertos; muertos del ritual (?) y del altar (¿ser­pientes?). En la inferior: tambor de orden, único que no es un círculo; para junta; del ritual (?); abanekwe (parecen ser oru y efik) y piedra con ramas.

El primer rayado de iniciados recogido en I y II es sigue:

Ia) para la cabeza; b) para el pecho; c) para la espalda; d) para las manos y e) para los pies y piernas (como se trata de iniciados el «rayado» es amarillo y, después, blanco. El I pertenece a efik y el II a efor.

El segundo rayado corresponde a iniciaciones de obones y como sigue:

I y II a) para la cabeza; b) para el pecho; c) para la espalda y d), e) para manos y piernas.

Particularmente se aprecia las muchas diferencias entre los anaforuanas originales y la introducción de nuevas simbologías sincretizadas, cambio que los criollos fueron “oficializando” a cada nuevo “plante ñáñigo” al igual que ocurrió en el palo mayombe con la fundación de la Regla Kimbisa y en gran parte con la Regla Briyumba Congo.

Debo hacer énfasis en la necesidad de analizar detenidamente esta información apoyándose en los gráficos expuestos en el libro Anaforuana de Lydia Cabrera.

  • Anaforuana;
  • La Sociedad Secreta Abakuá narrada por viejos adeptos;
  • La Lengua Sagrada de los ñáñigos.