Seguimos con esta serie de artículos sobre el origen de las “firmas” o “patimpembas” del Palo Monte Mayombe analizando otros anaforuanas abakuá en este caso los sellos. El objeto de estos escritos es conducir al lector por los argumentos que como plante en el primer artículo las bases de mi tesis sobre el origen actual de este tipo de grafía en el Mayombe cubano, lo cual no es importante seguiremos entender el significado que el Palo Monte se le atribuyen a estos dibujos-mágicos y de una vez saber para qué sirven y como emplearlos.
“Para el brujo africano, según hemos observado en todos los ritos afrocubanos, tienen mucha importancia las encrucijadas, cuatro caminos o cuatro esquinas, haciéndolas figurar frecuentemente en sus ritos. Los cuatro puntos equivalen a los «cuatro vientos» o sea los cuatro puntos cardinales y, por extensión, a todo el espacio del mundo.”
El círculo es «la base de la güira que llevaba Sikaneka al río», es «el parche del tambor» y es Chabiaca —recordarlo como uno de los nombres de Mokongo— por significar «la unión de todos los abanekwes». El círculo está dividido por un «cuatro vientos» dentro de cada uno de cuyos espacios, entre líneas, hay cruces (para efik) u óvalos (para efor). «El círculo en el tambor arakuasaka, la línea vertical de la cruz ensiamá o endora y la horizontal, de izquierda a derecha, ansíame o endorañé»;
Los óvalos (para efor), en número de cuatro, integrados a los espacios del cuatro vientos son, para unos, los ojos de Tánze —los superiores— y de Sikaneka —los inferiores— y, para otros, los cuatro obones o jefes máximos. Los ekoi adoraban los guijarros o «chinas pelonas» como «huevos de la tierra», como símbolos de la fertilidad de la naturaleza, los situaban en sus altares y aparecen en su escritura nsibidi. Creemos que mejor que ojos u obones los óvalos representan «huevos de la tierra». Los ñáñigos llaman iboco iro a los óvalos de la izquierda e iboco eroco rimi a ‘los de la derecha;
El largo trazo que culmina en una punta de flecha, erikuá, representa «el camino del espíritu», el «curso del río Oddán», la palma, la ceiba… Por las flechas entran y salen los espíritus, a veces fortalecidos con el estallido de pólvora regada a lo largo de las mismas. Hay flechas —o líneas— plumadas que representan muñones con equivalencia similar en nsibidi. La flecha, trazo mágico, «une al abanekwe con lo Divino». En los ritos de iniciación el gran tramo central que parte del iriongo (de ekwé) y recorre el fambá hasta la puerta de entrada —se dibuja sobre el suelo— se llama ansiamá;
El cuerno brujo, por Nasakó o Ekoumbre, posee su equivalente en «Regla Conga», es decir entre los descendientes culturales de los bantú, que lo llaman ntubikán y/o mpaka.
Como se ha expuesto el «escribiente» en abakuá es Mpegó, a quien ayuda Moruá Ngomo.
Para facilitar la exposición y lectura de ereniyó se presenta como sigue:
- Firmas (incluyendo el «rayado» de tambores, «otros sig. nos» y el «rayado» de iniciados y obones).
- Sellos de potencias y distritos.
- Gandós.
Las fuentes de donde se han obtenido estos datos son muy diversas e incluyen «libretas ñáñigas» y el libro La Sociedad Secreta Abakuá de Lydia Cabrera (lectura de arriba a abajo y de izquierda a derecha).