De por sí, el acto de posesión es considerado un acto de iniciación, me explico, si una persona cae en trance con un espíritu, este simple acto lo capacita para ejercer como ngangulero y antiguamente en Cuba era de inmediato iniciado en la Regla Mayombe, si el espíritu traía ese “camino”, por considerarse una prueba fehaciente e indubitada de su capacidad para conectar y relacionarse con el “mundo de lo invisible”.
En la República Democrática del Congo existe la Sociedad de los Kimpasi, entre sus enseñanzas espirituales, ellos contemplan la posesión como el único medio de comunicación posible con los antepasados, desplazando la práctica adivinatoria a un segundo nivel. Si una persona cae en transe con una espiritualidad de Mayombe llámese Nsasi, Mbeza, Mankaka o Lucero Mundo, Zarabanda o Centella, en nuestra cultura afrocubana, durante el tiempo que dure el trance al médium se le considera un iniciado más dentro del culto.
En la Cuba de antaño se podía “trabajar muerto” sin tener ninguna iniciación y era mediante esta inspiración como médium que se hacían milagros, tanto en el ámbito de la medicina herbolaría como de la hechicería. El Tata Julio Izquierdo decía:
[…en el campo de antes, la cosa era más natural, que ahora y que aquí en La Habana. Un día se levantaba uno con la inspiración y cualquier negro viejo sabia como tratarla y además le sabían a uno lo que traía, y en ese estado revolcado en plena calle, te agarraban y te llevaban para el cuarto de sus cosas y allí mismo te lavaban la cabeza y te asentaban aquello…]
Lo que venían a resumir las palabras de este experimentado ngangulero, es que la posesión es un pasaporte expedito a la iniciación y aun mas, que ella supera todos los ritos. En efecto, el poseso está más cercano a la deidad y, por lo tanto, es su interlocutor inmediato con los vivos. Esa investidura en superior a un rito, rango o atributo ya que es la máxima expresión del místico.
Con esta definición es obvio entender que decir que un ngangulero no debe caer en transe, no tiene ni lógica y asidero dentro de la mentalidad afrocubana. Esto no quiere decir, que no existan nganguleros que no tienen capacidades de médium, lo que acontece en este caso es, que estará entonces obligado a otros métodos para relacionarse con las espiritualidades, como lo puede ser la adivinación, o la utilización de un yimbi para que caiga en posesión de la espiritualidad del fundamento.
Seminario: El mundo de los muertos