Ngonda é cosa grande! -dijo Tata- y comenzó a cantar:
[… ¡Ngonda pué Ngonda pué!, Ngonda ngudi fuka tombé Ngonda pué
¡Ngonda pué Ngonda pué!,
Ngonda ngudi fuka tombé Ngonda pué,
¡Ngonda pué Ngonda pué!,
Ngonda ngudi fuka tombé Ngonda pué,
¡Ngonda pué Ngonda pué!,
Ngonda ngudi fuka tombé Ngonda pué,
¡Ngonda pué Ngonda pué!,
Ngonda ngudi fuka tombé,
¡Ngonda pué!,
Ngonda ngudi fuka tombé,
¡Ngonda pué…]
Seguí el canto con entusiasmo, estábamos sentado en el portal del bohío ha donde acabamos de ver la puesta del sol. Tata sentado en para-para y yo en el quicio como siempre. Hoy era luna nueva con lo cual la noche pronto se hiso oscuro la inexistencia de luz contamínate nos permitía observar un cielo estrellado que en las noches despejadas se fundía con la masa negrura de las montañas dando la sensación de un espacio infinito y calmo, solo agitado con los sonidos de los murciélagos y lechuzas que salían a vivir la noche.
Jimbiza carajo! -grito Tata-, poniendo fin al mambo, bebió un sorbo de aguardiente que soplo con fuerza por encima de mi cabeza difuminando el líquido en el ambiente, exclame ¡mambe dio!, y luego le pregunte:
-¿Ngonda es femenino o masculino? -pregunté.
-¡Mira que preguntas cosas raras! Ngonda es hombre y mujer, digamos que es las dos cosas a la vez, dependiendo del momento. Cuando la luna se está llenando es hembra, cuando la luna esta llenita, es hembra y macho a la misma vez y allí es donde pare al macho que es cuando está vaciando. ¡Fíjate! Cuando la luna está llena ese es momento para hacer brujería a “dos manos” porque tiene su parte derecha e izquierda completa, se puede trabajar para lo bueno o para lo malo. Porque cuando la luna está llenando que es su lado derecho el que alumbra se trabaja solo para bueno y cuando está vaciando que solo alumbra su lado izquierdo se trabaja la brujería solo para malo. El lado derecho es el que crese ¿no?, ¡si agua cae maíz crese! -dijo Francisco.
-¡Y si agua no cae maíz no crece!, -dijo Tata, riendo.
Del libro inédito: La Hora de los Brujos