La baba de perro chino
La baba de perro chino

La baba de perro chino

Ta Jacinto Quiroz empleaba mucho las babas y otras secreciones de animales como conté en el artículo anterior La baba de gato negro o hechizo del espanto. Él al igual que otros nganga-nkisi  llama “rastros” a este tipo de sustancias. En esta ocasión trascribiré otra “nsala congo” dada por este tata-nganga practicante de la Regla mayombe. Se trata de un hechizo cuyo principal ingrediente es la baba de perro chino (un tipo de raza canina llamada así en Cuba). Esta baba mezclada siguiendo un meticuloso procedimiento ritual muy parecido a otros si lo comparamos con rutinas ceremoniales habituales del palo monte puede conseguir “curar la locura”. “… pero no cualquier locura este “trabajo” es para curar la “locura de Amor”, si es mujer esta emperrada con un hombre se usa perro chino y si es un hombre quien esta emperrado con una mujer se usa perra china. Con esta nsala se consigue que se desenamore la gente, se desencaprichen…” – decía Ta Jacinto.

Con este otro ejemplo se podrán corroborar una de las características más distintivas que hacen la diferencia entre la Regla Mayombe y demás Reglas del Palo Monte, la Regla Briyumba, la Regla Kimbisa y la Regla Malongo, y es la utilización de animales vivos en sus “trabajos congos” los cuales son dejados en libertad una vez utilizados o extraídas las porciones necesarias para el hechizo, ya sean, secreciones, plumas, pelos u otras partes del animal respetando siempre su supervivencia.

Como decía Ta Jacinto: “… las secreciones de animales como de plantas contienen “poder”; ngangulero sabe como “hacerlas caminar” pero tiene que hacerse todo paso a paso sino ¡eso es agua con azúcar! no hace falta despescuezar una lechuza si solo necesitas una pluma, ¿no? Si se la pides ¡seguro que te la da! Lengua de congo no son manteca, tu pide a la Nfinda y ella te da la virtud para lo que quieres, ¡pero fíjate una cosa! Si no respetas, sino cuidas y sino alimentas la Nfinda, te quitara su amistad y jamás lograras nada como ngangulero ¿Por qué? Porque tata-nkisi tiene que ser amigo de la Nfinda y estar a bien con ella. Así que si necesitas una pluma no mate al pajarito y si necesitas un gajo no tumbes el árbol, eso es el mayombe, cuidar de la Nfinda para recibir de la Nfinda…»

Las prácticas antiguas del Palo Monte Mayombe hacían énfasis en utilizar solo la parte del animal que se necesita y ser respetuosos con el medio ambiente no era de extrañar que no solo liberaran luego del proceso “ritual de hechicería” al gato o al perro implicados en estos ejemplos, sino que hasta los volvieran a usar cuando se requería nuevamente “… ¡claro mijo! Ya pancho (nombre del perro chino de Ta Jacinto) sabe lo que tiene que hacer nada más ver un gato prieto, le parte pá arriba pá comérselo y cuando lo suelto como si no pasara nada se va por agua y comida y se tumba a dormir, ¡es un perro brujo!…”.

 A diferencia de cómo se desarrolla en la actualidad el Palo Mayombe antiguamente el ngangulero o sacerdote de Palo Monte era muy cuidadoso en aspectos tales como la escogencia de los materiales que empleaba para sus hechizos, para él una pluma de tiñosa (Cathartes aura) recogida en el campo o en la calle tenia mas “valor mágico” que una comprada en el mercado por varios motivos. El primero era su razonamiento, si la casualidad hiso que él encontrara la pluma del ala de la tiñosa es señal inequívoca de que contenía la virtud necesaria para poder conseguir con ella el objetivo mágico de su hechizo, recordemos que el ngangulero es esencialmente supersticiosos y como tal interpreta los sucesos. Segundo ¿qué sentido tiene sacrificar la tiñosa si solo necesita una pluma? Con este acto de generosidad hacia el animal, el ngangulero asegura el cumplimiento de uno de los mandamientos de la Regla Mayombe mantener el orden en la naturaleza y el cuidado de ésta. Tercero, que la parte de animal o planta utilizada en un hechizo proceda de un “ser” (recordemos que en el mayombe plantas y anímales son concebidos como seres con espiritualidad, historia y personalidad propia) que permanece vivo hace mas “fuerte la wanga” pues se mantiene en la parte empleada una “simbiosis mágica” con su dueño.

El “trabajo congo” en cuestión conseguía de forma certera según refirió Ta Jacinto hacer que las personas se desenamorasen como comente anteriormente y se aplicaba en su elaboración una regla de la “magia animista” muy importante, aunque pocos le prestan la atención debida y es que lo femenino sirve para lo masculino y viceversa. Es en este sentido que la baba de perro o perra chino se utilizara según sea el caso. Según aseguraba Ta Jacinto para desenamorar una mujer se hace de la siguiente manera:

 “… tiene que hacerse de noche en luna nueva, ¡a las 12 de la noche en punto! Bajo una mata de güira. Previamente esa tarde le sacaste de cualquier forma un poquito de baba al perro chino, puede ser con un pedacito de algodón. A  esa hora los metes en una jícara de güira verde recién cortada y vaciada sin mucho esmero con aguardiente y lo exprimes bien para que salga la baba, luego el algodón lo puedes botar. Tienes que echarle un poquito de baba de la persona mujer que quieres desenamorar, aunque sirve cualquier otro rastro corporal. Agregas manteca, raspadura de diente de jabalí, y orine de jicotea ¡hembra claro! Haces una pequeña hoguera con carbón y con cuidado al calor pones a cocinar todo lentamente hasta que se cree una pasta carmelita  ¡Qué huelo como el demonio! lo pones a enfriar tapadito en un paño negro y lo pones “arriba del caldero” (se refiere a la nganga o fundamento del mayombero) y comienzas a jalar tus cosas y decirle al ñampio que estás haciendo, para que y que tiene que hacer él con ese “rastro”, cuando se enfrié ya está para usar. Tiene que hacer una cruz con la pasta en los zapatos de la mujer, también lo puedes hacer por donde pasa o donde ella toque, ¡si pisa o taca  la wanga el nfumbe igualito la  agarra!…” – concluyo su “formula conga” – Ta Jacinto.