En los «kángana», el proceso creativo de vida recibe el nombre de «burire kángana» y se produce mediante la unión de tres fuerzas: la fuerza «nkawama kángana» (trad. sombra animal), la fuerza «nitu kángana» (trad. cuerpo animal) y la fuerza «kángana biroka». Para los nganguleros, en la información expuesta anteriormente, la fuerza llamada «kángana biroka» es la que aporta a los «kángana» o animales el don del instinto animal.
La muerte de los seres «kángana, llamada «malala kángana», viene dada por la separación de estas tres fuerzas mencionadas: «nkawama kángana», «nitu kángana» y «kángana biroka»; y el animal muerto recibe el nombre de «kángana bukanini» (trad. animal muerto).
El cuerpo inerte del «kángana» muerto recibe el nombre de «minwiri kángana» (trad. cadáver animal). La fuerza «nitu kángana» se va destruyendo progresivamente hasta no quedar nada de ella (al igual que ocurre con la fuerza «nitu misenga»); mientras que las fuerzas «nkawama kángana» y «kángana biroka» (al igual que en el caso de la fuerza «nkawama misenga»), permanecen temporalmente hasta desaparecer por completo.
Un tata nganga declaró lo siguiente:
«Aunque la naturaleza de ʺfuera» (la naturaleza exterior) de los vegetales y de los animales, aquello que podemos percibir con nuestros sentidos corporales, desaparece totalmente con la muerte; también hay que decir que la sombra vegetal y la sombra animal duran durante un tiempo antes de extinguirse por completo… ¿Cuánto tiempo? Esto es algo muy difícil de saber, pues depende de las circunstancias. Los congos y los lucumís decían que el calor seco hace que permanezca más tiempo, pero el calor húmedo favorece su destrucción. También favorece la destrucción de la sombra el que el vegetal o el animal hayan sido destruidos por el fuego.
A pesar del calor húmedo y de todas estas circunstancias, la sombra o «nkawama» puede permanecer intacta durante bastantes días. Respecto a la fuerza que aporta el instinto animal, a la que llamamos «biroka», o mejor dicho, «kángana biroca», no sé cuánto resistiría antes de desaparecer, aunque me figuro que lo mismo que la sombra, pero de esto confieso que no estoy seguro”.
Otro explica de este modo su criterio sobre la posibilidad de manipulación de la sombra de un animal o de un vegetal, a través de las prácticas de hechicería:
«Los nganguleros sabemos perfectamente cómo capturar con hechizos la sombra de un animal o de un vegetal. Para captar la sombra de un animal, bastará tan solo con recoger su rastro y hechizarlo; o también, poseer una parte o la totalidad del animal, y lo mismo ocurriría con el vegetal. Por ejemplo, si se tiene la sombra de un perro, se podrá utilizar esta fuerza «nkawama mbúa» (trad. sombra del perro) para que un difunto o «nfumbe», siga rastros, o utilice sus colmillos para atacar o defender ante los enemigos».