KIKONGO EN LA REGLA DE PALO MONTE (II)
KIKONGO EN LA REGLA DE PALO MONTE (II)

KIKONGO EN LA REGLA DE PALO MONTE (II)

Muchos enkuni(a) o bititi [<kik. nkuni ‘árbol maderable’; <kik. bi ‘prefijo de clase 8, plural’ + <kik. titi ‘hierba’], palos y hierbas componen también el fundamento de este credo, los que junto con los empolos [<kik. mpolo ‘ceniza, tierra del suelo quemado’], polvos y otros materiales sirven para preparar el bilongo [<kik. bilongo, sing. kilongo ‘medicina’] o brujería. La matari [<kik. matadi ‘piedras’], piedra sagrada está también dentro del recipiente representando la fuerza de la deidad.

Una de las funciones básicas de la Regla Conga cubana es curar o hacer daño, resolver un problema o provocarlo, unir o desunir, enkanga [<kik. kanga ‘atar, detener’], es decir, amarrar mágicamente a una esposa, un marido o al jefe de una empresa, volver cuerdo a un loco o enloquecer a un cuerdo, aconsejar sobre una acción a emprender, advertir de un peligro; en otras palabras, abrir o cerrar los ensilas [<kik. nzila ‘caminos’], caminos de la vida.

El tata enkise o enganga cubano (la engudi enganga, también), según el caso, puede adivinar, proteger, curar y hacer daño, actividades o ejercicios que en el África bantú (según mi experiencia actual en los estudios de campo realizados) están muy delimitadas en términos generales, y, específicamente, las tres primeras: la adivinación, cura y protección son incompatibles con la última, la hechicería. Entre los bakongo el nganga ngombo o nganga mpiata, casi siempre adivina, busca la causa de un sortilegio; el nganga nkisi protege a la familia (nkisi likanda ‘fetiche protector de la familia’) o a toda la comunidad (nkisi nsi ‘fetiche protector del país’);[1] el nganga buka es el que cura; en tanto, el ndoki o muloki se considera como el presunto autor o autora de un acto de hechicería, quien usa la magia negra para embrujar o enfermar (y hasta matar) al individuo. Mientras los nganga o tata nkisi resultan imprescindibles para la salud de una persona (muntu) o de una familia (likanda) o de un país (nsi), los o las ndoki o baloki son estigmatizados y perseguidos por su labor maligna y antisocial.[2]

Las ceremonias principales que practican los creyentes de la Regla Conga en la región central de Cuba son: (1) rayamiento o iniciación en el credo, (2) montaje del enkise o fundamento, (3) recibimiento de la prenda o iniciación como tata enganga y (4) juegos de palos o ritos de cumplimiento. Antiguamente algunos ganguleros les daban nombres congos a estos cuatro actos rituales, los que anotaré para que se pueda apreciar su etimología:

a) tesasamba               <kik. tesa nsamba ‘hacerse escarificaciones’

  • bandankise             <kik. banda nkisi ‘armar un fetiche’
  • bakankise                <kik. baka nkisi ‘recibir un fetiche’
  • yimbira enkise <kik. yimbila nkisi ‘cantar en honor del fetiche’[3]

Antes de montar la prenda el tata enganga tiene que ir al campo finda (campo santo) y llevar a cabo un ritual muy secreto que ellos denominan «pacto con el muerto», donde el enfumbe seleccionado es conducido al munanso. Para ello hay que pagar un derecho a la entrada y salida del cementerio. Por la consulta, la adivinación, la obtención y suministro de plantas medicinales y la realización de algún ensala [<kik. sala ‘trabajar’], trabajo de orden mágico o brujería, el cliente tiene que abonar también un derecho o dinero llamado (en)simbo [<kik. nzimbu ‘ Olivancillara nana, tipo de concha; moneda, dinero’], además de suministrar algún producto que sea requerido.

Resulta interesante analizar cómo algunas voces del kikongo se resemantizan en el referente cubano. En el Bajo Congo, por ejemplo, el lexema nsamba contiene una tríada sémica:

  • adoración
  • marcas tribales                                    < nsamba
  • tipo de vino de palma

En el contexto cubano esta palabra sufre algunas adaptaciones fonéticas y morfológicas:[4]

  • musambulero
  • ensamba                                             < nsamba
  • chamba / masamba

Y, a su vez, aparece una nueva combinación sémica o relación entre el signo y los designata en el nuevo contexto referencial:

(1) musambulero                 = adorador, practicante

nsamba >                     (2) ensamba                         = marcas iniciáticas, rayamiento

(3) chamba / masamba = bebida ritual / bebida popular

Por lo tanto, el lexema original y sus tres sememas se reinterpretan por intereses específicos del cambio de referente:

Congo ^ nsamba (adoración / marca tribal / tipo de vino)

Cuba ^ musambulero (adorador) / ensamba (marca iniciática) / chamba (bebida ritual), masamba (bebida popular)

Es decir, un concepto general en África se singulariza en el portador de ese concepto: adoración – adorador; una marca tribal en el Bajo Congo es para nosotros una señal de pertenencia a un credo del cual participan hombres y mujeres de todas las razas y edades; a su vez, una variedad de vino de palma alcanza entre los paleros la categoría de bebida ritual, y entre la gente humilde del territorio centro-sur de Cuba (específicamente Trinidad), deviene un elíxir alucinante.[5]

Estos ejemplos bastan para demostrar que existe evidentemente un significativo sustrato léxico kikongo en el habla y en la religión de los oficiantes de la Regla de Palo Monte; sin embargo, es necesario hacer algunas precisiones de carácter lingüístico- conceptual, las que podrían servir de conclusiones para este capítulo.

[1]   Para los bantúes, comunidad (unión de varios clanes o familias ampliadas) es sinónimo de país.

[2]  Para las funciones especializadas de los diferentes tipos de nganga africanos consúltense a Obenga (1985: 195-201).

[3]   En lugar de yimbila o yimbira enkise, los paleros usan actualmente la expresión «jugar palo». Las tres expresiones congas de arriba (a, b y c) ya no se usan. Los paleros recurren a la terminología en español: a) rayarse en palo, b) montar una nganga, prenda o fundamento y c) recibir prenda.

[4]  Estos cambios, adaptaciones y reestructuraciones son tratados ampliamente en Fuentes Guerra (2002 y 2006).

[5] Masamba, calambuco, chispa ‘e tren, et. al. son términos populares que usa el cubano para nombrar una bebida alcohólica barata de elaboración casera.