“Lemba nkita, nkita muna nkita”. Es una expresión derivada de un acto de “desafío verbal” a un contrincante. O como diríamos en buen «cubano» una «puya» de esas que abundan dentro de la religión del Palo Monte Mayombe. Su significado lingüístico es simple, su interpretación mística no lo es tanto.
Lemba Nkita puede traducirse por: el espíritu de una persona que murió bajo los efectos de un “bilongo” terrible, el afamado “polvo de sapo” muy conocido en la cultura popular cubana. El antropólogo y Prof. José Miudo explica sobre los Lemba como “sociedad secreta” que:
“Esta «sociedad secreta» desapareció totalmente de Angola luego después de la independencia de Portugal en 1975 y aun antes estaba reducida a unos pocos «ancianos» del interior del país que aun guardaban el recuerdo de sus prácticas, porque la modernidad dejo carente de contenido y utilidad este tipo de «escuelas tradicionales» sobre todo en las urbes.
Sobre la frase» Lemba nkita muna nkita» expresa:
“Evidentemente tiene un carácter litúrgico y hace referencia a espíritus y practicas rituales. Claramente se refiere a personas que han muerto de una enfermedad violenta, los Lemba sabían de un “bilongo” que provocaba una terrible enfermedad en un breve tiempo, cuyos síntomas eran, la hinchazón del vientre o de las extremidades inferiores hasta reventar. Utilizaban para ello el polvo de la piel seca de un sapo marino”.
El concepto nkita como tal se refiere a: “seres primordiales”, ancestros originarios emparentados con el nkanda cuya muerto violenta ya sea en la guerra o a consecuencia de cualquier acción violenta, no les permitió irse a ku-Mpemba. Imagino que los africanos de la diáspora consideraban a sus familiares fallecidos durante el traslado a Cuba, en su captura e incluso a consecuencia del trabajo esclavo, o también a los suicidas que en Cuba entre los esclavos abundaron, espíritus de esta categoría. En los pueblos bakongo antiguamente había Nzo ya ba-nkita, una casa para este tipo de espiritualidad. Nkita significa también el estado de transe, de quien fue iniciado en el ritual del Kimpasi. Los ba-nkita, pueden encarnarse o entrar en un objeto natural que se llama nkisi o mu-nkisi”. Recordemos que la nganga cubana es el sustituto del “nkisi originario”. La segunda expresión «muna nkita» es literalmente “mi espíritu». Pero no en el sentido de posesión de un ser espiritual sino en el de posesión de un tipo de “medicina espiritual” con la que actuar.
Hablando con un erudito en lengua Kikongo el Dr. Manuel Luenga y preguntándole su opinión al respeto contesto, que no era una frase derivada de la lengua en sí misma, sino que expresara un concepto mágico – religioso de los Lemba:
“Sin lugar a dudas «Lemba Nkita» hace referencia a espíritus de personas de un mismo grupo étnico emparentados por un acto ritual más que por consanguinidad” – expreso.
Lemba es para los bakongo además de un tipo de “nkisi” (terapia) un concepto más amplio se le considera una «dimensión mágica” que tiene que ver con el rol del individuo dentro de la sociedad en todos sus aspectos. Existió la «sociedad secreta Lemba» exclusivamente masculina. Hasta los años 60 o 70 podían encontrase en el Congo y Angola grupos derivados de esa «escuela iniciática» desde hace décadas extinta, que se encargaban de trasmitir aspectos culturales tales como los proverbios, la música, la danza etc., o mágicos como la preparación del “nkisi Lemba” (medicina de Lemba) para la cura de enfermedades y otras enseñanzas de uso práctico como las relaciones conyugales, las normas de educación y hasta aspectos agrarios o de economía comunal.
En Cuba la utilización de la frase “Lemba nkita, nkita muna nkita” al igual que en áfrica era un conjuro además de un “grito de guerra” para desafiar a los enemigos. Igual nombre ostenta una rama derivada de la Regla Briyumba Congo originariamente de Pinar del Río pero expandida por toda la isla sobre todo en su capital y zona central. Es obvio que personas iniciadas en esa “sociedad iniciática” llegaron a Cuba procedentes del reino de Loango u otras partes donde esta conocimiento era primordial y desarrollaron en la isla su estrategia de supervivencia apoyados en la “magia” que conocían muy bien, de otra forma no se entendería que esta expresión en Cuba sea calcada de la tradición de los Lemba bakongo así como otros ritos que aún perduran entre los nganguleros (sacerdotes de la religión del palo Monte Mayombe) pertenecientes a esa rama religiosa.