EL SEUDOFOLKLORE
La cultura popular contemporánea cubana se ha visto rodeada en estos últimos años por diversos fenómenos o factores que no le han sido factibles a su desarrollo. La superficialidad, la falta de conocimiento, el mal aprendizaje de los elementos que la componen y el “jineterismo seudocultural” término acuñado por el Dr. Martínez Furé, han dado muestra de una cultura falseada que no expresa su verdadera realidad, donde muchas personas tienden a ser engañadas y confundidas; estos son los mismos elementos que enmarcan al sedofolklore.
Considero en llamar seudofolklore a una falsa forma de asimilar, interpretar, divulgar, y practicar la sabiduría popular de un pueblo.
“La decadencia y pérdida de la tradición nunca debe ser revivida en forma seudofolklore”.
El seudofolklore no es inherente solamente a esta época contemporánea, ya que tenemos conocimiento de algunos fenómenos culturales ocurridos en el siglo XIX como parte de un plan de evasión a la verdadera identidad nacional que ya hacia notable en la cultura cubana. Es la época del seudofolklore siboneyistas y “blanco” del Liborio, el guajiro Lépero del teatro vernáculo que “representaba” al pueblo cubano, ignorando así la presencia de otros aportes culturales que forman parte de nuestra cultura; la presencia africana, asiática, haitiana, etc.
En el siglo XIX este seudofolklore adquiere otras características, ya que estos aportes culturales antes ignorados también comienzan a representarse de forma caricaturesca y exótica en programa de televisión, cabarets y teatros, falseando sus danzas, pasos, vestuarios, cantos, etc., alejándolo cada vez más de la realidad, proliferando el folklore para turistas (la mulata, el ron, la rumba, el tabaco, las maracas, etc.); lo cual fue notable hasta la culminación del periodo pre-revolucionario.
El rescate del folklore debe hacerse de una forma pausada, sin brusquedad, partiendo del estudio de sus orígenes adecuando su funcionalidad al lugar y momento donde deba operar o ejercer su función de modo que se renueve sin perder su esencia.
“Cualquiera se considera capaz de enseñar la cultura popular tradicional de Cuba, sin haberse molestado jamás en hacer un trabajo de campo en haber entrevistado ni a un informante, ni haberse leído la bibliografía clásica de Cuba o de países que tienen un gran desarrollo en estos estudios”.
Rogelio Martínez Furé
Esta cita de Martínez Furé nos remonta a la época actual, ya que estos fenómenos operan principalmente en nuestras manifestaciones danzarías y musicales de origen africano donde también se deforman sus pasos, cantos, toques, etc.; esto responde en gran medida a la sobreestimación y divulgación exacerbada del folklore con un carácter netamente comercial, lo cual desvirtúa sus verdaderos valores. Para citar ejemplos de este fenómeno del seudofolklore en nuestros días tenemos la presencia de algunos artesanos y pintores que no tienen un profundo conocimiento acerca de nuestras tradiciones de origen Yoruba, ni bantú, atreviéndose a confeccionar objetos artesanales que representan según ellos a nuestras deidades del panteón Yoruba o arquetipos de origen bantú de una forma vulgar, grotesca, ridícula, hecha sin el mínimo de respeto, de cuidado estos Orishas o Nkisi son representados por animales que nada tienen que ver con las características de los mismos e incluso se le sustituyen sus colores por otros que nada tienen que ver con la realidad, otro de los ejemplo donde está presente el fenómeno del seudofolklore lo tenemos en la repentina presencia de grupos aficionados a la danza folklórica que sin ton ni son inventan cantos, bailes, toques con grandes deformaciones y desconocimiento de los mismos, y en muchas ocasiones utilizan palabras yorubas, arará o bantú para nombrar al grupo sin saber el significado correcto, otros de los ejemplos lo observamos cuando visitamos al extranjero y notamos la presencia de personas que nada tienen que ver con estas tradiciones y se atreven a dar conferencias engañando y confundiendo a personas que en realidad si tienen interés de conocer acerca de estas tradiciones.