En una de mis largas conversas con Tata (apodo de uno de los más grandes mayomberos que ha dado Cuba) un día le pregunte ¿vive el nfumbe en la nganga? Como era habitual en él no me respondió con un escueto sí o no sino que me hizo toda una parábola relacionada con el asunto. Me dijo:
“En la nganga tu tiene palos, tierras, plumas, piedras y un montón de cosas elementales para que el nfumbe “trabaje”. Pero no podemos decir, así a la ligera de que aquellas “fuerzas” que animan esos elementos viven allí. La cosa no es así de simple. ¿El espíritu de un palo vive en la mata? Si yo voy al monte a arrancar un pedazo pá ponerlo en mi caldero ¿esa mata se queda sin espíritu? ¿El espíritu sigue estando en la mata solo que le da la “virtud” a la rama que me llevo para poner en el caldero? ¿Y si alguien seca la mata o la corta entera quiere decir que mi pedazo de palo pierde esa virtud?
Habría que ver… ¡mira tú lo que pasa! cada cosa va con su cosa y si tu coges un maja y lo matas y lo cortas en pedacito y das un pedacito a todo el que viene buscando “maña de congo” con eso va a resolver, y el maja tiene un solo espíritu que es el que actúa ¿o no? Lo que pasa es que en los pedacitos que tú das a la gente no está el espíritu de él, sino que el espíritu del maja vibra en cada uno de esos pedacito por muy minúsculos que sean, con lo cual los dota de su virtud para que ellos resuelvan su lío, ¡no es porque sea tu maja! Sino que es el mismo espíritu el que vibra en todos los maja del mundo. Así pasa con todo. En todas las matas de siguaraya vibra el mismo espíritu, pero él no vive en ninguna en particular, sino que las dota a todas de sus propiedades medicinales y espirituales ¡para que sirvan pá algo!
El nfumbe “vibra” por la nganga, pero realmente no habita allí, sino que está en todas partes y en ninguna a la vez. Muchos tatas piensan que porque dentro del caldero tiene un pedazo de hueso del fulano, ya está allí el fulano amarrado ¡eso es un error! El nfumbe va al caldero a buscar la vibra de los elementos que allí tu depositaste para servirse de ellos en su “trabajo”. Va al caldero cuando tú le llamas, ¡así sea para castigarlo! Fíjate si eso es así que tu puedes jalar el nfumbe estés cerca o no del caldero y el muerto responde igualito, ¿y cuando no había caldero? Metías todo en un jolongo de yute y esa era “tu cosa” o la sembrabas en un mote bajo una mata de ceiba o en el mismo cementerio y la jalabas desde otro lado. ¿Qué hueso de fulano, lleva una nganga que sea una piedra? ¿Dónde están sus palos? ¿Dónde le metes los bichos y las tierras? ¡Va! En el Mayombe se trabaja con las espiritualidades que son las virtudes de las cosas, no las cosas en si mismo sino aquello que le da su función o propiedad, lo que hace que una cosa sirva para algo, ¡sino sirve para ná, no sirve pá Mayombe! O es que acaso cuando tu preparas un polvo o arreas al perro-nganga ¿Qué estás haciendo? Trabajando con la espiritualidad de las cosas, mediante la virtud de los elementos que utilizas. ¡No va a salir el esqueleto a hacer el trabajo! o crees tú que es el polvo de los palos de una “nsala” los que van a causar el efecto, es su espiritualidad la que actúa. El nfumbe no camina con la canilla que tú le pones sino usa la propiedad y función que ella tuvo y por lo tanto retuvo para desplazarse.
El nfumbe va la nganga cuando tú lo llamas, pá comer o pá otra cosa, pero igual va a ir a donde tú le llames ¿y sabes por qué? Porque tú tienes un trato con él un “pacto sagrado” al igual que lo tienes con todas las cosas del monte que se fundamentan en la nganga y es por ese “pacto” que esas cosas responden, es por ese “trato” que esas espiritualidades te dan su virtud para que tú hagas “tus cosas”, exista o no una nganga física en alguna parte, lo importante es el “pacto”. Igual pasa con las “espiritualidades de antaño” de Tá Jose, Tá Francisco, Ma fulana o Ma mengana, de esa gente ¿Quién tiene hueso de ellos? ¡ha lo mejor vá y ni fueron humanos! Y cuanto vibran contigo y tú les jalas vienen, ¡con caldero o sin caldero!.. ¡Ojo! Esto no quiere decir que la nganga no sea importante, ¡lo es y mucho! ¿y por qué? porque en ella es donde están depositados todos los “pactos” que le otorgan las potestades al tata nganga o a la yaya nganga y además es donde se manifiesta el “mpungo”, que es la nganga en sí misma en su forma material, tenga el tipo que tenga. Pero una nganga puede ser tan solo una piedra, un caracol, la misma loma o un muñeco y tiene el mismo significado y la misma función”. – concluyo con vehemencia.